PRELUDIO DEL HÉROE
Tiró de la cadena. Dijo adiós a un trozo de papel higiénico. Luego se sentó. Era la primera vez que el niño visitaba, sin la asistencia de sus padres, aquellos aposentos. La ventana estaba rota. Perdía su mirada en la bóveda celeste y en el titilar de aquellas enormes estrellas. Al tirar nuevamente de la cadena, el agua alcanzó el tope. El nivel jamás descendió y, en aquel momento, la vida se encargó de sellar su destino. En el comedor sus padres susurraban voces indescifrables. “Paró la nieve y se trizó una cascada”, pensó mientras los llamaba. Desde ese día el niño jamás dejó de maravillarse ante el cuarto de baño.

Tiró de la cadena. Dijo adiós a un trozo de papel higiénico. Luego se sentó. Era la primera vez que el niño visitaba, sin la asistencia de sus padres, aquellos aposentos. La ventana estaba rota. Perdía su mirada en la bóveda celeste y en el titilar de aquellas enormes estrellas. Al tirar nuevamente de la cadena, el agua alcanzó el tope. El nivel jamás descendió y, en aquel momento, la vida se encargó de sellar su destino. En el comedor sus padres susurraban voces indescifrables. “Paró la nieve y se trizó una cascada”, pensó mientras los llamaba. Desde ese día el niño jamás dejó de maravillarse ante el cuarto de baño.

Luis Pando Torres (Alonso Barbosa)
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